El Rakú-yaki es una técnica tradicional oriental de elaboración cerámica utilitaria. Original de Corea, sin embargo, es en Japón donde ha florecido y econtrado a todos los que tienen contacto con ella.
Desde finales del siglo XVI atrajo a los maestros del te, influidos por la filosofía budista zen.
El curso consta de dos partes:
– Elaboración de la pieza con gres a mano con técnica de churros, una vez seco y después de una cocción a 1000 grados de temperatura.
– Decoración de la pieza con esmalte y óxidos metálicos. A continuación, una compleja alquimia, donde intervienen los cuatro elementos (tierra, fuego, agua y aire), de la cual resultan unas piezas únicas, siempre maravillosas.